Condiciones de cultivo de Reishi
Para que el cultivo de reishi sea excelente, hay que dejar que el procedimiento sea lento y que crezca sin ningún tipo de azúcares, que algunos productores usan para conseguir un crecimiento veloz. Solo así se logrará un producto de alta calidad y cien por cien natural.
El reishi y su perfecto cultivo
El Ganoderma lucidum es un hongo también llamado reishi. Sus propiedades medicinales le han hecho ganar mucha popularidad alrededor del mundo. Para sacar el mayor partido de este producto, se debe realizar su cultivo de manera natural, sin intentar adelantar su crecimiento.
Verificación de la cepa padre y su replicación
Para empezar, es importante llevar a cabo un reconocimiento de la cepa padre del reishi. Esto se debe a la similitud que adquieren otras cepas con respecto a la del Ganoderma lucidum.
En un ambiente estéril, se realiza la limpieza del hongo para, después, sustraer de su interior un fragmento, con el que se iniciará el cultivo de nuevas cepas. Se coloca en una placa concreta con gelatina de agar (específicamente en platos Petri), sellándola seguidamente y dejándola a una temperatura ambiente de 20 a 25 grados centígrados, siempre a oscuras.
Pasarán unos días hasta que se haga visible cómo comienza a aparecer el micelio a partir de los fragmentos del hongo. Con el fin de asegurarse el resguardo de la cepa, en caso de que el cultivo sufra algún contratiempo, se introduce en un tubo de ensayo, también con agar, guardándolo en plano inclinado y a una temperatura de 4 grados centígrados.
La semilla para su producción
Después del proceso anterior, el nuevo hongo servirá como semilla, una vez que se traslade a un sustrato que se usará en la producción. Esto es posible al extraer el micelio de las placas y al almacenarlo, seguidamente, en frascos con serrín natural, que es imprescindible para el cultivo de un reishi de máxima calidad.
Nuevamente, se almacenan los frascos, evitando su exposición a cualquier luz y conservándolos a una temperatura media de 23 grados centígrados.
En función a la cantidad de micelio empleada, así como del serrín utilizado, se necesitarán varios días para comprobar cómo el hongo Ganoderma lucidum termina por hacerse protagonista dentro de los frascos, haciendo casi imperceptible al serrín.
La manera de alimentar el hongo
Una vez conseguido el hongo, es primordial proporcionarle alimento para obtener la seta reishi. Dado que se encuentra entre los árboles, porque se alimenta de estos para sobrevivir, el aserrín natural es perfecto para nuestro objetivo.
El serrín puede sacarse tanto de las fagáceas como de los planifolios, ya que son tipos de árboles en los que se hace visible el reishi.
Durante este proceso de alimentación, suelen aparecer microorganismos en torno al hongo, que compiten por el sustrato. Al mantenerlo en un lugar esterilizado, se impide la formación de bacterias, consiguiendo así un producto libre de contaminación. El sustrato se esteriliza a más de 120 grados centígrados.
El cultivo de reishi se realiza de manera exhaustiva, siguiendo todos los protocolos y garantizando al comprador todas sus propiedades. Si se quiere obtener la mejor calidad, lo ideal es comprar en nuestra tienda.